martes, 21 de junio de 2011

Del Olimpo... ¿¿Al Ágora ??

Hace bastante tiempo que no me aparecía escribiendo en el blog por diferentes razones, o quizás sólo tal vez por en este momento busco por excusarme de ello. Ahora por fin encontré un buen tema sobre el cual escribir, todo gracias al consejo de un amigo.
Este último tiempo libre que he tenido en internet me he dado cuenta de que está lleno de libros, consejos, formulas e instructivos de cómo alcanzar el éxito, lograr tus metas y solucionar problema. Todos te enseñan cómo llegar a la cima, pero en ésta vida que es como la rueda de la fortuna, ¿Quién te enseña cómo caer?


Con sólo el hecho de mirar 5 minutos la televisión podemos encontrar casos de personas con éxitos repentinos los cuales se van efímeramente, dejando a sus elegidos con profundos problemas "al volver a ser normales". Pero ¿Cómo los preparan para caer? ¿Quién te enseña a ser del montón? 

Gracias a todo lo que he aprendido en este tiempo me puedo dar cuenta de que el problema en si no es ese, sólo sería un síntoma, sino que ¿Por qué hemos de caer? Creo que la analogía más precisa que podemos encontrar es en la naturaleza, cuando un ser humano intenta flotar. Mientras más uno se mueve por mantenerse a flote, menos flota (Inversamente proporcional AxB=K para los que dan la PSU jajaja :D ).
Entender los triunfos, el reconocimiento y los elogios como algo efímero es la clave, pues nos marcan metas de hasta donde hemos llegado, y cuán lejos podemos llegar, tal como suponemos que existe una suerte, está viene y va (Y aún así llamamos a gente "suertuda").

El ser exitoso es algo sobrevalorado y desvirtuado, pues rara vez llamamos exitoso a gente con muy buenos amigos, con lazos familiares fuertes, con valores implacables, sino que consideramos a quién tiene más conocidos, quién ha logrado metas profesionales y económicas como una persona exitosa.

 Para terminar (Pues me tengo que bajar pronto de la micro Jajajaja) la única receta es tener ganas de vivir, ganas de triunfar y ganas de equivocarse, porque lamentablemente son necesarias una con la otra , ganas de querer y ser querido, ganas de tener valores (Humanos, no materiales.), pues sólo así serás distinto al resto, en lo laboral podrás ser reemplazado, en la vida no hay nadie que pueda reemplazarte. Y el resto? El resto lo logra cualquiera ;)

viernes, 18 de febrero de 2011

Buscar la felicidad

“He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer... No he sido feliz.”
Jorge Luis Borge
Desde el momento en que llegamos a este mundo, aprendemos a reconocer una sensación tan única e indescriptible en nuestro ser, que se vuelve lo más importante en nuestras vidas intentar repetirla y apoderarnos de ella. ¡Hablo de ser felices! Cuan radiantes son las personas que encontramos en nuestra vida, aquellas que las calificamos de felices, vemos sus vidas perfectas, que contagian alegría a su alrededor y todo en ellos sale bien, pero ¿Y por qué yo no? Primero, es fundamental que aclaremos un par de cosas.
¿En realidad, que es ser feliz? Aristóteles lo definía como “alcanzar las metas propias”, otros intelectuales como “Alcanzar el placer evitando el sufrimiento”. Y que pasa con los profesionales estresados y no felices? Y con los drogadictos? Son realmente felices?
Muchos llegan a buscar la felicidad en lo académico, en lo material, en sus relaciones interpersonales, amorosas, sexuales, etc.
Pero ¿Por qué intentamos ser felices a través de algo externo a nosotros?
                En nuestras vidas tenemos todo para ser felices, es solo que no lo vemos, he intentamos convencernos de que eso no es para nosotros. Con el tiempo me he dado cuenta de que hay pequeños detalles, que deteniéndome a vivirlos he encontrado reales alegrías. El hecho de salir al jardín a respirar y tomar un poco de sol, o el sentarme a tomar un café con algo de música, actos tan simples pero que debemos hacerlos significativos. No necesitas un yate, ropa de marca, una relación perfecta o una carrera profesional exitosa, tan solo necesitas detenerte, respirar hondo y pensar “Simplemente soy feliz por todo lo que me rodea”, simple o complejo, bueno o malo, no puedes conocer el frio si no haz sentido el calor. "No busques la vida perfecta, haz tu vida perfecta."
El problema es ¿Por qué nos cuesta tanto ser felices?
Supongo que todo radica en como se nos ha enseñado, como algo complejo y muy difícil de conseguir, “necesitas tener logros académicos para optar a una buena carrera, ganar un buen sueldo, tener una linda esposa y poder mantener a tus hijos”. Dejemos de buscar la felicidad en el futuro, y encontrémosla tan solo aquí, en el presente, en las cosas que haces, en las cosas que vives, en las personas que te rodean. Reconoce tus logros, valora tus esfuerzos y está seguro de que todo saldrá bien, y tan solo así, el resto se arregla por si solo.

"Si quieres comprender la palabra felicidad, tienes que entenderla como recompensa y no como fin." – Antoine de Saint-Exupéry
Pienso que (continuando la idea de la publicación anterior) desde el momento que nacimos asimilamos en nuestra mente que esa sensación nos pertenece, pero con el paso de la vida nos damos cuenta de que es más difícil llegar a ella de lo que pensábamos. Entendiendo lo que dijo Saint-Exupéry, vivimos nuestras vidas haciendo todo para conseguir la felicidad, intentamos sobresalir, conseguir lo mejor, el éxito en lo que nos propongamos, pero buscamos conseguirla al final del camino y que ahí se mantenga. No entendemos que es tan solo algo efímero. Pasamos tanto tiempo intentando encontrarla que dejamos de lado esas pequeñas pero significativas alegrías buscando algo mayor, tal vez nos hace falta detenernos un momento, aprovecharlas, y quizás solo así, cuando vivas todas las alegrías del camino y las hagas fructíferas, puedas decir que has conocido la felicidad. Después de todo puedo decir que mi definición de felicidad es “Hacer todo por lo que quieres, lo logres o no”, pues no hay sensación más satisfactoria que pensar que lo hiciste todo, si lo lograste o no, es un mero detalle puesto que te entregaste a lo que querías, y luchaste por ello, el camino recorrido fue gracias a ti.
Y para finalizar, quiero dejarlos con una frase de Joseph Mascaró la cual espero  que la hagan propia, y jamás la olviden.
“Estás aquí para ser feliz”